miércoles, 8 de julio de 2015

La vulnerabilidad de los chicos que se fugan de sus hogares

 El hecho de que los adolescentes huyan de casa no es algo que ocurre en la actualidad, sino que es algo que viene pasando desde hace años. Sin embargo, que no sea nuevo no significa que no preocupe. La acción de fugarse es una forma de llamar la atención hacia la sociedad para comunicar que algo está pasando.
 En 2014, de los 6015 casos, el 70% fueron chicas que tomaron la decisión propia de irse. Además de las distintas causas como la rebeldía, la marginalidad y otras, la falta de comunicación es lo principal por lo cual los adolescentes de entre 15 y 17 años, o incluso menores, se escapan de sus hogares. Pero, ¿por qué la razón más importante es esa, si el hogar debería ser el lugar que los contenga?
 La falta de comunicación es muy común en los adolescentes ya que comunicar es algo más que "traficar información, hechos y circunstancias". Las palabras comunican así como también silencios y actos.
 La presidenta del consejo porteño, Guadalupe Tagliaferri, dijo: "Son chicos que en realidad no quieren irse de casa, pero sí tienen problemas de comunicación". También cuenta que esto ocurre en todas las clases sociales. Según Nora Vinacur, hay que establecer reglas claras de comunicación ya en la etapa de la niñez.
 Además de la falta de comunicación, la sobreprotección de los padres es algo muy molesto para los chicos. Es de donde surge la rebeldía ya que son esos los padres que en vez de dejar vivir y experimentar distintas cosas a sus hijos, les cuentan cómo es la vida.
 En cuanto a los problemas de convivencia, en la Provincia, de los 3400 chicos que se fugaron, el 46% se fue por ésta razón. En este caso, seguramente ellos no se sienten apoyados ni escuchados por decisiones que toman, o por el ámbito familiar como cuando los padres responden con desganas dándoles a dar conciencia que no tienen importancia.
 En el abuso psicológico, los chicos se sienten lastimados y afectados por los comentario hirientes hacia ellos. A nadie le gusta, ni tampoco merece, ser maltratado o que los culpen por algo que no tienen responsabilidad.
 Los padres deberían tener más atención y precaución sobre sus hijos. Hablar acerca de lo que a uno mismo le ocurre en casa es algo muy importante ya que cuando un adolescente se va de su hogar es porque no puede verbalizar en su familia lo que le está pasando afuera.
 Cuando el lazo familiar es débil, lo que se debería hacer es reforzarlo y mejorarlo, no ignorarlo y dejarlo pasar. Para muchos, irse significa salir a pedir ayuda, cuando en realidad el apoyo y la ayuda debería ser pedida en el hogar de cada uno.
 El final feliz de estos casos sería que se encontraran las razones por las cuales ocurre el conflicto y que se discutieran para solucionarlo.

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